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Toros

Toros con fatatas

Toros con fatatas
Artículo publicado en La Opinión el sábado 24 de octubre de 2009
J.F.Bayona / Esparcidas las cenizas de Andrés Montes donde él dispusiera –si es que algo dispuso para ese efecto, porque la muerte lo cogió por sorpresa, en el remate de una tanda de muletazos, cuando agradecía las palmas al público, cuando aún le quedaba media faena por hacer, con sólo 53 años-, me dispongo a hacer una reivindicación del atrevimiento, de la frescura, de la naturalidad. El toreo, eso se dice, es naturalidad. El esfuerzo sin esfuerzo aparente es lo que más emociona. Y Montes era natural, hablaba por el micro de la tele o de la radio como hablaba comiendo –me imagino yo, que nunca tuve la suerte de comer con Montes, ni siquiera de verlo en persona-. Pero me gustaba tanto su estilo, aunque a veces fuera imperfecto, que demando, ya, un atrevido como Andrés Montes para el mundo del toro. Qué faltica nos hace, pijo. A los taurinos digo. Siempre tan serios. Siempre tan midiendo las palabras para no caer en incorrecciones. Y caemos. Vaya que si caemos. Como todo hijo de vecino.

CHUFLAS. El problema es que si alguien atrevido, si algún joven con frescura utilizara en el toro el estilo Montes sería, de principio y sin más preguntas ni análisis, un chufla. O un chuflón. Creo que muchos taurinos habrán pensado eso de Andrés Montes. Yo, por mi parte, que me gusta el fútbol y sólo me gustaba el baloncesto cuando me lo contaba Montes, llegué a dudar si lo del fútbol con fatatas tenía o no gracia. Yo mismo, en mi relativa estrechez de mente, llegué a ver a Montes como un… sí, es verdad, como un chufla. Y era porque chocaba con lo establecido, con lo públicamente correcto. Hasta que llegó un momento en que pensé: “¿Y si este es un chufla, por qué no le quito la voz a la tele y escucho el partido por la radio?”. Y, aparte de por el retardo, entendí que la voz de Montes y sus comentarios y sus aderezos no sólo no me eran molestos sino que me gustaban. Aunque a veces la narración de los partidos se le atragantara. Sobre todo cuando no pasaba nada (no vean lo difícil que es que no se te atragante la narración de, pongamos por caso, una corrida de toros, cuando allí no pasa nada). Pero, repito a pesar de poder hacerme pesado, su estilo era inconfundible. Su frescura, única. Y su imagen, como su trabajo, atrevido pero elegante. Lo que me lleva a concluir que al toro le hace falta alguien, pero ya, que se lo venda con fatatas.

JUGÓN. El Montes era un jugón. Él acuñó el término y el término le viene como anillo al dedo. Porque era Montes. Dentro y fuera de la plaza del micro. Y eso tiene mucho valor en esta vida en la que hay un miedo atroz al ridículo. O en la que no todos son lo que parecen. Por eso me fijé en Montes y por eso me gustaba. Porque tengo la esperanza de que algún día llegue al toro alguien sin complejos, con ganas de contarlos de manera distinta y que haga llegar a la mayor cantidad de gente posible el lenguaje universal del toreo. Ese mundo tan hermoso tan mal contado por los que estamos ahora ocupando sesudas tribunas.

LUIS CORRALES. Luis Corrales hablará el martes, en el Club Taurino de Murcia –ocho y media de la tarde-noche- de la situación del toreo en Cataluña. Chunga situación. Hay por ahí danzando una Iniciativa Popular Legislativa que puede hacer mucha pupa. Sobre todo desde el momento en que el PSOE y CiU han dado libertad de voto a sus parlamentarios. Los votos en contra de prohibir el toreo en Cataluña de PP, PSOE y CiU suman los justos para bloquear esa ignominiosa cosa prohibitiva. Así que la libertad -¿de quién, para qué?- de voto de esos dos partidos, dejan con el culo al aire a un país, que de momento se sigue llamando España, por renunciar a sus raíces, a su naturaleza, a su personalidad. Así que confiemos que, a última hora, esos partidos se retracten o que sus miembros, incluso los antitaurinos, nos den en la boca y prohíban prohibir. Por salud democrática y, qué coño, por salud mental. Pero eso es como esperar que la vida pueda ser maravillosa, ¿verdad, maestro Montes?

Ser torero hoy

Lo escribió J.F.Bayona el pasado sábado en La Opinión:

Ser torero hoy.

Para ser un buen arquitecto, abogado, periodista, ...(pongan sobre los puntos suspensivos la profesión que ustedes quieran), hace falta fuerza de voluntad y constancia. Fundamentalmente. El sentido común se supone. El talento, el que cada cual tenga, dará mayor o menor brillantez al desarrollo de su carrera.

Para ser un buen lo que sea no hace falta ni tener vocación. Hace falta tenerlo claro e ir a por ello. Y se consigue. Excepto para ser torero.

Para ser un mediocre torero hace falta infinitamente más que para ser un buen lo que sea. Para ser un torero mediocre hacen falta unas condiciones extraordinarias. Porque una vez hecha la preparación física, una vez aprendida la técnica de salón... hay que poner en juego la propia vida. Y eso no lo hacemos los demás. Ni de coña.

¿Y los corredores de Fórmula 1, y los de motos, y los alpinistas? Está claro que hay profesiones de riesgo, pero en ninguna de ellas se cuenta con las reacciones imprevisibles de un animal tan poderoso como el toro. Un coche o una moto, a las velocidades que cogen, se te pueden ir de las manos, evidentemente. Pero conoces la máquina, conoces el circuito e incluso la forma de correr de los rivales. Las situaciones de carrera son imprevisibles, desde luego, y eso es lo que le da grandeza a esos deportes. Y al resto de situaciones vitales.

El torero, sin embargo, no sabe con qué se va a encontrar y, por tanto, no puede haber estrategia previa. El toreo es una apuesta constante. Y perder esa apuesta se paga con sangre.

*Hambre. Entonces, en una época de general bienestar social, ¿por qué decide un chaval que quiere ser torero? ¿Por dinero? Para eso está la especulación inmobiliaria. ¿Por notoriedad? Para que un torero adquiera hoy notoriedad tiene que llevarse quince años en la cumbre sin que se le vaya un pie o que le peguen una cornada de caballo. Un cantante petardo o un futbolista mediocre tienen hoy más repercusión social que un buen torero.

Así que, la conclusión, es que se es torero por lo que siempre se fue torero: porque sí, por pasión, por vocación. Pero eso no basta para serlo. Hay que tener una dedicación exclusiva y estar dispuesto a caer en el camino.

Se es torero porque ser torero es una heroicidad sin finalidad. Y sólo así se puede llegar al arte.

El arte de torear.

...

Yo ví a José Tomás

Yo ví a José Tomás

Estuvo sublime. Toreó con un halo de normalidad inusual y con una media sonrisa tímida de quien se siente satisfecho consigo mismo. Me acerqué al Corte Inglés a comprar una buena botella de vino y una caja de bombones para Juan Antonio y Pilar, continuando una buena tradición que tenemos mi santa y yo cada vez que unos amigos nos invitan a cenar a su casa. Pasadas las nueve de la noche del viernes nos llamó la madre de Inés que estaba con nuestras sobrinas en la cafetería. Aún quedaba gente: varias familias y algún que otro despitado como nosotros. Al fondo de la misma estaban sentados tres hombres de mediana edad que daban buena cuenta de una ensalada, varios sandwinch Corty y abundantes patatas; todo ello regado con unas buenas Coca-Colas de la mejor añada, por supuesto. Me tuve que fijar bien, pero enseguida me di cuenta que era él. No me extrañó que nadie se percibiera de su presencia. Pasaba totalmente desapercibido. Yo creo que lo tiene bien estudiado. ¿Quién se iba a imaginar que en aquel pedazo de "bar con ambiente taurino" estaba el torero que más líneas está escribiendo dentro y fuera del mundo del toro en las últimos años?

No pude ir a la gran tarde que ofreció José Tomás a los murcianos, según cuentan todas las crónicas. Casi me he conformado con el resumen que mi "hermano" Bayona nos brindó en la 7 y a las imágenes que a buen seguro me proporcionará de sus faenas, aunque sé que no es lo mismo. La anécdota no me la podía guardar y a buen seguro que aporta un grano de arena más al mito de este torero diferente a todos los demás: por su forma de entender a los toros y por su forma de actuar. Ni restaurantes caros, ni aglomeraciones, ni tertulias taurinas, ni chicas de postin, ni flamenquito, ni volando voy-volando vengo. Un chico normal de mi misma edad que se juega la vida cada tarde que torea y que no alardea de ello. Sé que cada uno del escalafón tiene sus manías y costumbres. Rarezas para el común de los mortales, como norma general. Pero lo suyo es diferente. También sé que hay toreros que todo lo que rodea al toro le queda lejos y prefieren concentrarse en su arte. Pero déjenme que me sorprenda y que resalte la anécdota (seré alguien lleno de topicazos y un paleto de provinicas, lo sé) de encontrarme en la cafetería del Corte-Inglés, incándole el diente a un Corty, a José Tomás. La leyenda que le rodea se sigue escribiendo cada día. Y yo la seguiré atento para contársela a mis nietos. Dios mediante, claro.

Alfonso Romero

Alfonso Romero

Llevo varios días intentando escribir algo sobre política y no lo consigo. Son tantos los temas graves que nos acechan que me siento acosado. Merecerían una columna extensa y, la verdad, no sé por donde empezar. Sobre todo para alguien que no se gana la vida con ésto y que dispone cada vez de menos tiempo para estar permanentemente escribiendo sobre la actualidad: que si España, educación para la ciudadanía, chorradas diarias sobre el cambio climático, la insoportable levedad del ser del PP, Zapatero y sus ministros, los progres y Zapatero, Zapatero y nazionalismos, Murcia y sus circustancias, ataques continuos a la libertad, la crisis económica, etcétera. Un sinvivir.

Por eso, recordando mis viejos tiempos de redactor taurino, voy a escribir de toros. Un tema que abrí desde el principio en esta bitácora y al que le presto muy poca atención. Ayer estuve en la plaza de la Condomina. Vaya por Dios. Y vi a un torero, a un proyecto consolidado y a uno que no se sabe si está o se le espera en su retirada. Cuando uno aprende a ver una corrida de toros, y aquí uno que sabe, se pierde la inocencia y le saca defectos a todo. Por eso es muy difícil que alguien te emocione. Alfonso Romero toreó a su primero como hacía tiempo que yo no veía. Y no porque haya abandonado un tanto mi asistencia a los espectáculos taurinos, sino porque ayer cuajó una faena bellísima, llena de muletazos con sentido, de naturales interminables y con una plasticidad emocionante. Sublime. Me han dicho que el domingo pasado estuvo mejor y me resulta casi imposible creerlo. No lo mató bien, pero dejó una faena en mi memoria que va a ser difícil de borrar. Además, tiene muy claro los conceptos, los terrenos, examina al toro y lo califica como si estuviera todas las tardes delante de él, aunque por desgracia no lo esté. A los buenos siempre le llega su momento y Alfonso llegará a estar en los puestos altos del escalafón. Seguro.

Las crónicas han metido a Cayetano Rivera en el mismo saco que a su hermano. Y me parece injusto. Tiene otro aire, otro empaque y además, Cayetano, sabe torear. Ni un zapatazo para alentar al toro a tomar un muletazo. Colocación en el segundo palo y a rematar con un golpe de muñeca. Lo intentó y dejó algún que otro detalle, pero no pudo sacarle más a los de Parladé que le tocaron en suerte. Todo lo contrario que Francisco, que no se coloca, no tiene temple y falla en los conceptos básicos (hasta en la profesionalidad para aguantar las críticas); por lo que no sé si es que nunca ha aprendido de lo que va ésto (nunca lo he visto realmente bien), o ayer se le olvidó la lección. En fin, buenísima tarde de toros gracias a Alfonso Romero y algunos detalles que nos dejó Cayetano.

Milagro en Madrid

Milagro en Madrid

Rafaelillo vive de milagro. En casi todas las últimas corridas importantes que ha tenido ha salido por los aires. Una cosa es que quiera demostrar valor en los compromisos importantes y otra que se le haga un nudo a la garganta a la afición cada vez que pise el albero de una plaza.

La crónica es de José Francisco Bayona en La Opinión

José Francisco Bayona / Rafaelillo sufre dos tremendas volteretas en una tarde en la que su esfuerzo en el ruedo no se vio recompensado por culpa del viento y de la mala condición de los toros

Si Rafaelillo no triunfó ayer en Madrid, al menos, salió de pie de Las Ventas. Si no triunfó fue, principalmente, por culpa del viento y de la corrida de Palha. Si no triunfó, no fue por falta de esfuerzo. Pero lo más importante, en cualquier caso, es que Rafaelillo lo puede contar.
Parece una exageración, pero no lo es. Rafaelillo sufrió ayer en Las Ventas, en la antepenúltima corrida del abono de la Feria de San Isidro 2006, la más espantosa voltereta de todas las que se han producido en el ciclo más largo y decisivo de la temporada taurina mundial. Fueron dos volteretas muy fuertes. El primer toro de la tarde se lidió en medio de un vendaval. Rafaelillo le plantó cara en los medios y porfió con voluntad. Quizás en otras circunstancias climatológicas, con el torero pudiendo dominar los vuelos de la muleta y mandando en las embestidas, la cosa hubiera tomado otro cariz. Pero no fue el caso. Mucho aire, toro importante pero descompuestito. Y nula posibilidad de tener al de Palha metido en la muleta. Andaba Rafaelillo tratando de sobreponerse a todo cuando el toro portugués lo agarró por una corva y lo lanzó al aire como si fuera un muñeco de trapo. Rafaelillo cayó en la misma cara y el toro le lanzó un pitonazo al vientre del que el torero murciano salió de nuevo volando. El seco hachazo parecía haber hecho carne y en un sitio peligroso. El torero cayó de pie y quiso rápidamente volver a coger la muleta. Fue un momento tranquilizador después de haber presentido una tragedia. Por eso tuvo mucho más mérito el hecho de volver a la cara del toro sin ni siquiera haberse mirado. Y ponerse de nuevo con la misma firmeza, con la misma voluntad de pegarle muletazos cuando el torero, más que nadie, sabía que lo único que podía sacar en claro era otra voltereta. O, al menos, el reconocimiento de la gente de Madrid, que aplaudió su esfuerzo.
El cuarto, muy arremangado de pitones, se zampó cinco verónicas, media y revolera de salida. Rafaelillo tragó en ese saludo inicial para no perder terreno y para lograr el momento de mayor brillantez de su actuación. Tuvo movilidad el de Palha, y el diestro empezó a estirarse con el toro a las primeras de cambio. Pero el animal no estaba dispuesto a regalar ni una sola embestida. Y a pesar de parecer mejor por el lado izquierdo, el toro no remató ni una sola embestida por abajo. No tuvo suerte Rafaelillo en Madrid. Pero la gallardía del torero y su capacidad siguen intactas. Hasta nueva orden.


Morante o el toreo

<big>Morante o el toreo</big> Bayona Reloaded

Tengo la suerte de llamarlo. Pero en esta ocasión no lo hice. Quizás se acordó de mi: 'El hijodeputa éste no tiene ni puta idea, me llama cuándo he hecho el artículo con la punta de la polla y cuando me he salido del copón, se olvida de mi'.

Pero el de esta semana no era de llamada. A lo mejor la normalidad de la llamada se podría quedar en tan solo eso, normalidad. Quizás esta página no perdure en el tiempo lo que el artículo se merece, pero quería dejar constancia de él, y transcribirlo letra a letra para que el dichoso tiempo y la desidia del periódico que lo edita ( ya que no tiene la capacidad de adaptarse a los tiempos para dejarlo colgado en internet) no lo dejaran que se difuminase en el olvido.

Quizás en esta ocasión, el amigo Bayona, con el beneplácito e inspiración de Campmay, hasta escribió bien. Ha habido gente que se ha partido la camisa. Como en el flamenco....

Morante o el toreo

Miren, hay noticias para dar y regalar en Murcia. De toros, digo. Que si uno se va a América, que si otro apoderado de aquel, que si dicen que uno de Calasparra se ha quitado... Muchas cosas para contar. Pero ve uno a Morante torear como toreó en Granada y se le quitan las ganas de dar noticias 'frescas'.

De dar noticias de toros o de escribir cualquier cosa. Lee uno al fallecido Campmany y piensa: 'Joder, y yo que creía que escribí bien, satírico y todo'. Y después de leer al maestro lo suyo es no manchar ni una cuartilla con un pensamiento. Pues eso. Torea Morante y a los demás les debería dar vergüenza haber perpetrado un natural o una verónica.

No sé cómo estuvo Morante en Jerez. Todavía Diego Vera sigue siendo dueño del secreto. Pero he visto a Morante en Granada. Y, formalmente, se puede torear mejor. Pero no se puede expresar tanto. No se puede torear tan roto. Desde el principio. Con el capote y a la verónica. A la verónica según Morante. Ocho o diez pases que quieren ser verónicas, pero que son más que eso. Son desgarrados gritos desde el fondo de un alma atormentada. Son la expresión de la locura de un genio. Bendita tu cabeza irracional, Morante. Bendito sufrimiento el tuyo. Bendito para los demás, para los que te observamos. Borges dejó escrito: 'El círculo del cielo mide mi gloria, / las bibliotecas de Oriente se disputan mis versos, / los emires me buscan para llenarme de oro la boca, / los ángeles ya saben de memoria mi último zéjel. / Mis instrumentos de trabajo son la humillación y la angustia; / Ojalá yo hubiera nacido muerto.'

Eso dejó escrito Borges. Y eso debe pensar Morante después de cada una de sus obras maestras. Desgarradoras. Más allá del toreo. Veo vídeos de Paula. Y no lo veo tan roto salvo en la faena de Vistalegre. Veo momentos. Pero con Morante veo más. Morante sufre. Y puede que nunca, en la Historia de la Tauromaquia, nadie haya toreado como sufre Morante. Lo de Granada, para ver una vez. Dos no se aguanta. Toro bravo el de Cuvillo, sí. Bravo para soportar un toreo muy por abajo. Pero no me atrevo a analizar la faena de Morante más allá. Porque el resto pertenece al propio Morante y a su espíritu. Irrepetible. Con Morante surge el genio creador, el artista sublime que transporta a otra dimensión, el fenómeno que hace que el toreo sea bastante más que la lucha de un hombre contra una fiera, de la luz de la inteligencia frente a la oscuridad del ataque ciego del toro. Con Morante nada de eso tiene sentido. Es el toreo como arrebato, como duda.

Lo siento por Morante y lo gozo -egoísta como soy- por mi. Tenia uno por exageración la camisa 'partía' de los flamencos. Pero con Morante se parte uno la camisa de verdad. Aunque sea en un vídeo.

El martes que viene, en Info Tv, pasaremos la faena. No apto para cardíacos. Advertidos quedan.

José Francisco Bayona
La Opinión
18-06-2005
San Ciríaco y San Germán (1)

(1): Nota del autor

'Murcia Taurina' en su formato habitual

<big>'Murcia Taurina' en su formato habitual</big> Tras el primer programa dedicado a la figura de Pepín Liria, el programa taurino que emite Info TV, adopta hoy el formato que será habitual a lo largo de la temporada.

Según informa La Opinion: 'se pasará por la corrida de toros celebrada el pasado sábado en Valencia con motivo del día de la Virgen y en la que actúo Pepín Liria; viajará hasta la finca de Samuel Flores para conocer cómo se hacen los embarques de los toros en casa de este ganadero manchego; Víctor Puerto explicará lo que es para él el valor; y conoceremos las personalidades de dos aficionados insignes de la Región de Murcia como Manolo Gónzalez, presidente del Club Taurino, y el doctor Andrés Salas. Asimismismo, Miguel Massotti hablará de Manuel Cascales Hilla a través de su libro Estatuario.'

Como ya anunciamos, este programa se emite a partir de las 22 horas y está dirigido por José Francisco Bayona, crítico taurino del diario La Opinión.

'Murcia Taurina' en Info TV

<BIG>'Murcia Taurina' en Info TV</big> Hoy día 03 de Mayo comienza un nuevo programa taurino

Tal y como está la fiesta es de agradecer la apuesta de Info Tv. El programa se emite a partir de las 22 horas y está dirigido por el crítico taurino de La Opinión José Francisco Bayona.

Las Ventas, Vara y Vera

<BIG>Las Ventas, Vara y Vera</BIG>

Interesante artículo sobre la concesión de la plaza de las Ventas y otras cosas. Rumores en la Red. Publicado en Libertadidigital.com


La cruzada de la izquierda no ha hecho más que empezar y abarca muchos aspectos de la vida española. En el caso de ERC, acabar con los símbolos es el objetivo. No sólo vale con el tema de las selecciones catalanas –en una entrevista con Vicente Vallés en La Mirada Crítica de Telecinco, Pérez Carod Rovira ha salido por peteneras cuando se le ha preguntado si el hecho de que participen selecciones catalanas implica Ligas diferenciadas– sino que afectará a otros temas, como el taurino. La cruzada antitaurina comenzó ya hace meses en Cataluña y ha llegado en algunas ocasiones al Parlamento.

Pero esta vez, ABC cuenta que ERC ha comenzado la vía legal para que en “un futuro inmediato se prohíban en Cataluña las corridas de toros que acaban con la muerte del animal”. El grupo independentista envió al resto de los grupos parlamentarios catalanes su propuesta de modificación de la Ley de Protección de los Animales, aprobada por la Cámara catalana en 2003, por la que se prohibiría la celebración de “espectáculos con toros que incluyan la muerte del animal y la aplicación de las suertes de la pica, las banderillas y el estoque”. Desde hace meses las iniciativas para acabar con este espectáculo son continuadas. Vamos, que si por ellos fuera se acabarían las corridas, los toros y las fincas, los toreros, los aficionados, las plazas y demás. Tremendo. Boadella, como recuerda Zabala de la Serna en ABC, decía que "cuando se quiere imponer una realidad artificial en la que los catalanes representamos los modernos y cívicos, mientras que el resto de España arrastra la herencia salvaje, casposa e intolerante, hay que hacer lo que sea para que cuadre el invento".

Al hilo de lo anterior. El pasado martes se encontraban en una mesa de un conocido restaurante madrileño de la calle Serrano degustando unos solomillos Espartaco y El Tato, junto a otras seis o siete personas. ¿Qué tramarían? ¿Quiénes eran los demás? Probablemente se trataría de la incipiente candidatura para concursar por Las Ventas junto a Arturo Beltrán y Julio Norte, que todavía no han decidido si se presentarán. De momento, se encuentran en fase de estudio del pliego de condiciones que marca las nuevas condiciones impuestas por el Gobierno regional de Esperanza Aguirre. Además de ésta, hay otras siete candidaturas prácticamente decididas. Como hecho reseñable, los concursantes incluyen en su equipo a asesores o encargados de espectáculos, no taurinos, del estilo de José Luis Moreno, Gustavo Pérez Puig o Fernando Sánchez Dragó. Curioso, ¿no? Un pero, la temporada se acorta. Habrá menos corridas. Poco comprensible para la catedral mundial del toreo. A lo largo de los últimos días ABC y este jueves La Razón diseminan el concurso y las distintas candidaturas.

Nos vamos a los medios, pero sin dejar el periódico de Planeta. Bajan las aguas revueltas. Si hace algo más de veinte días nos extrañó que El Submarino la emprendiera contra José Apezarena, y posteriormente descubrimos que la arremetida venía a cuenta de una información de El Confidencial Digital –donde ya no está don José, que ha pasado a Expansión– que apuntaba a un posible relevo en la dirección del rotativo por la entrada como director de publicaciones de José Alejandro Vara -que depende del presidente Mauricio Casals, según ECD-, y que este jueves escribe La Primera en el periódico –hecho habitual prácticamente desde su incorporación–, en la misma posición donde suele escribir José Antonio Vera, actual director.

Pues bien, nos hemos enterado de que, al parecer, existe una batalla interna en el diario. Según nuestro particular Garganta Profunda, José Alejandro Vara –que proviene del Grupo Vocento, donde era director de Relaciones Institucionales a su salida y a donde se incorporó en la etapa de Nemesio Fernández Cuesta y Jiménez Alemán, siendo subdirector de ABC y donde también dirigió la revista Blanco y Negro– está llamado a ser el nuevo director del rotativo, más pronto que tarde, según se desprende lo que nos cuentan.

Tras la compra del diario por Planeta, se han producido una serie de movimientos en el periódico como fue el paso a presidente fundador de Luis María Anson, que fue sustituido como presidente ejecutivo por alguien más cercano a la nueva dirección catalana, Mauricio Casals. Neutralizado Anson, los planes de Planeta de conseguir una dirección más afín a la empresa tenía que producir nuevos movimientos. Los intereses de los dueños en Cataluña así lo aconsejaban. Mientras esto se producía, el diario seguía, y sigue, dirigido por José Antonio Vera, hombre de Anson. Pero recientemente se produjo la incorporación como director de publicaciones de José Alejandro Vara. El significado, a tenor de las informaciones que nos llegan, seguir con la reestructuración de la redacción.

José Alejandro Vara cuenta en su agenda con algunos nombres de posibles fichajes si su paso a director del diario se concreta. Caras conocidas de ABC podrían pasar a la redacción de Josefa Valcárcel. Algunos de ellos podrían haber coincidido con Vara en su paso por Cataluña. El caso es que en la redacción de La Razón el ambiente no está muy tranquilo y se ven con cierta tristeza estos movimientos, más aún cuando Vara se encuentra con un diario que ha pasado sus peores tragos y se ha logrado posicionar como una de las cabeceras de referencia en los quioscos españoles cuando poca gente apostaba por él.