La describe José Clemente hoy en La Razón como la diputada jabalí. Y es que parece que no la quieren ni en su propio partido. Normal. No se puede querer para un grupo político a quien debe tener en la mesita de noche la foto de Stalin y la de la "Albondiguilla", a las que seguro le pasa la yema de los dedos antes de acostarse con el puño en alto y con cara satisfecha tras haber cumplido con su deber de orar a los mitos que la inspiran. Teresa Rosique es nuestro particular López-Garrido. Y como le pasará al "portacoz" parlamentario, no le quieren ni en su casa. Roma sigue sin pagar a traidores. Lo de la asimilación de las formas y del físico con la "Albondiguilla" es digno de estudio. Muchas horas de televisión se necesitan para que estrella mediática y telespectador lleguen a parecerse. En un supuesto concierto de Maria Antonia Iglesias sería la primera de la clase. Pedro Saura, ("el fino" o "el sutil" como también nos cuenta el director de La Razón en Murcia que le llaman intramuros), quiere imponerla. Y mira tu por donde que en Cartagena no la quieren ver ni en pintura. "El huevo", (como sigamos así habrá que hacerle una recopilación de apodos como las hay de las diferentes formas que tiene nuestra riquísima lengua para denominar al coño, coño), era famoso en la facultad de economía por su incapacidad del alzar la voz. No había micrófono inventado que permitiera escucharle a los últimos de la fila. Ahora en política sigue con su misma incapacidad. Y todo el mundo se le rebela. Cuando un partido tiene que mirar mas para adentro que para afuera antes de unas elecciones, significa que ellos mismos ven la victoria de las mismas muy lejanas. Las disputas y la falta de liderazgo son movimientos mas propios de los que se están dedicando mas a preparar el día después que las votaciones en si mismas.
4 comentarios
Abu -
Malísimo el artículo, por cierto: una sarta de descalificaciones, sin gracia alguna y sin argumento. Propio de un pepero.
Cayo -
Imperator -
Anónimo -