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Decepcionados por progre

Decepcionados por progre

No soy el único que vió en el discurso del presidente Valcárcel una deriva hacia lo progre altamente preocupante. Hoy escribe Pablo Molina en La Razón un artículo que titula "Huir de lo progre". Dice entre otras cosas:

"De los cuatro principios que van a informar su gestión a lo largo de la presente legislatura, Ramón Luis Valcárcel situó en lugar preeminente el diálogo y la sostenibilidad. «Coño, mira, como ZP», pensé inmediatamente al escucharlo. Le faltó añadir el mestizaje, la tolerancia, la alianza de civilizaciones y un ansia infinita de paz para que el resultado hubiera sido completo. ¿Acaso la derecha murciana no tiene ni una sola idea propia que defender? Pues por lo visto no, Y si la tiene bien que se la guarda. Aquí de lo que se trata es de pasar con nota el examen de exquisita progresía, manejando con soltura las ideas-chorra patrocinadas por la izquierda. Por la izquierda española, me refiero, pues la europea hace décadas dejó aparcado el infantilismo sesentayochista para sacarlo a pasear sólo en las contadas ocasiones en que el flolclore sentimental lo requiere."

José Antonio Martínez Abarca, aunque veladamente, también se lo recuerda en el mismo diario. Lo titula: "Cómo refreir a Valcárcel". Hay que ser muy fino para terminar un artículo de esta manera:

Me han dicho que el aire acondicionado de la Asamblea sigue tan pésimo como si no hubiese pasado el tiempo desde el noventa y cinco. Lo que decía aquella señora escasamente impresionable de los museos de arte: «¿los cuadros? Visto uno, vistos tos». Discursos de investidura, oído uno, oídos tos. Políticos, saludado uno, saludados tos. Artículos de la toma de posesión, escrito uno, refritos tos.

Quizás no le de mucha importancia la gente a las palabras exhaladas por un presidente en su discurso de investidura. Oí ayer a un fulano que presumía de tener a un presidente que aunque produjera circunloquios muy sostenibles de cara a la galería (ésto lo traduzco yo), "tenía los cojones suficientes para hacer luego lo que le diera la gana". Y yo me dije para mis adentros que quizás tuviera razón, pero de vez en cuando los ha habido que incluso han hecho discursos llenos de ideas acordes al pensamiento de su electorado y, que por el simple hecho de pronunciarlos, han pasado a la historia.

2 comentarios

Marinto -

Estoy de acuerdo Cayo. Pero creo (y acabo de hacer un post sobre ésto) que tiene que ser El quien haga su equipo. Es quizás en lo único en lo que no podemos entrar. Las marranadas las ha habido, las hay todos los días y seguirán existiendo gobierne quien gobierne. Es el precio a pagar en esto de la política.

Cayo -

Yo no sé, pero a mí hay cosas que están haciendo y otras que no están haciendo, que no me gustan un pelo.

Espero que este halo de estupidez y talante "guay" desaparezca y se pongan a solucionar problemas, que es para lo que están. Por cierto, lo de prescindir de Herranz, toda una marranada.

Saludos.