Los golpes de efecto
Mucho se está escribiendo (y se escribirá) sobre el golpe de efecto que ha dado Rajoy con la defenestración de las listas electorales de Gallardón. Y digo defenestración porque muchos lo daban como fijo en todas las quinielas. Estoy con el líder del PP tanto en el fondo como en la forma en este caso, aunque no lo esté en los tiempos que se ha marcado ¿o sí? Probablemente, y dada la forma de hacer política que se está imponiendo, sea algo beneficioso para su posible elección el próximo marzo; pero no podemos obviar que está entrando en el juego sucio de actuar a base de golpes de efecto para causar el mayor impacto posible en el electorado y a lo que tanto nos están acostumbrando en estos últimos años.
Durante este tiempo hemos visto a un Rajoy impávido e impertérrito ante todo lo que se urdía politicamente en su partido, en una actitud, creo, del todo deliberada. Ha esperado a última hora para anunciar los cabeza de lista por cada provincia y para dar un golpe de autoridad, jugándosela, a muy pocas fechas de los comicios: apartando al alcalde de Madrid de sus ansias sucesorias e introduciendo como número dos a Manuel Pizarro, por ejemplo. Si lo miramos bien, y siempre desde el punto de vista del impacto mediático, se está hablando estos días más del PP que en los últimos meses. Es una imagen de partido que se mueve, con su máximo dirigente asumiendo su papel de líder y como alguien que es capaz de tomar decisiones, para bien o para mal (algo que nos empezaba a exasperar a muchos por su inacción continuada).
Pienso que es como una forma de haber tomado el mando del pelotón a pocos kilómetros de la meta tras haber estado a rueda durante toda una subida de montaña, si uso el simil del ciclismo que tanto le gusta al gallego. Puede que le de resultado ante esta sociedad anestesiada y aborregada en la que vivimos, algo que visto el panorama me aportará algo de optimismo, para que negarlo. Pero eso no quita para que piense que la política, la de verdad, la de las ideas, la de los sacrificios para conseguir algo, la que mira a más largo plazo, se está muriendo...
Ora pro nobis
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