El Gato de Cheshire

Enrique de Diego lo tienen muy claro en su libro "ZP en el país de las maravillas", cuando ve a Zapatero como el auténtico gato de Cheshire: "Zapatero tiene todas las trazas de ser un patético gato de Chesire". Pero lo que no sabe es que en Murcia, una subordinada de ZPeich, portavoz del partido en la Asamblea Regional, tiene además de los comportamientos de este personaje de la novela de Lewis Carroll, toda su apariencia física. Son de los parecidos razonables que deberían encabezar los programas regionales de televisión.

Fernando R.Genovés escribe en un artículo del suplemento Ideas de Libertaddigital: "El gato de Cheshire, subido a la rama del árbol, hace verdaderas maravillas, dice cosas sin sentido, se desvanece y vuelve a aparecer sin que se le mueva el flequillo. Travieso pero alarmante, parece más bien un pájaro de cuidado, que se va por las ramas sin ir a ningún sitio. Mas nunca pierde la sonrisa, su marca de serie, su ser esencial: "¡Vaya! –se dijo Alicia–. He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!". Y, sin embargo, fascina como la mirada de un ofidio."

Teresa Rosique, a la quien muchos admiran, participó no hace mucho en un debate televisivo en el canal 6 de La Verdad. Fue la peor intervención que he visto de un político en una televisión. Parece que en el debate sobre el estado de la Región, que se ha celebrado esta semana -si hiciéramos una encuesta no se ha enterado ni el 2% de los murcianos-, se ha comportado de la misma manera, cual ciudadana especializada en visitas a programas de la cosa rosa.

Muy fácil lo tiene el PP, si las personas visibles del partido de la oposición se limitan a esbozar sonrisas como su idolatrado presidente ZP, como el gato de Cheshire en Alicia en el País de las maravillas.

1 comentario

[Cayo - 24 de junio de 2006 - 13:46]

Sinceramente, me pareció una cosa barriobajera y cutre la intervención de esta señora. tú la asemejas con un gato, pero yo creo que se parece físicamente más a otro animal, pero esa no es la cuestión.

Yo ví a Valcárcel más fuerte que nunca, con una batería de propuestas encima de la mesa, y a un PSOE crispado que dice lo mismo que hace 6 meses y que no responde al diálogo ofrecido desde el PP.

En cualquier caso, el espectáculo de Rosique fue bastante lamentabla, no tanto en el fondo, porque era de esperar, como en las formas, más propias de un programa de los Morancos que de un Parlamento.