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El Pichicas

El Pichicas

Yo le culpo de todos los males metereológicos de esta Semana Santa y de las Fiestas de Primavera de Murcia. Algo maniático y primitivo, lo sé, pero es lo único que me inspira la escultura sabiendo la institución que patrocinó su "levantamiento" en la plaza de San Bartolomé; una institución que siempre me ha sacado mis instintos mas primarios, y que encima osa a colocarnos al "pichicas" ese en esa plaza emblemática de Murcia. El que debiera de ocuparse de ella y darle su merecido es el gran Achopijo, que es el auténtico maestro, aunque quizás, y mira que lo dudo, le gusta y todo. La estatua en concreto representa al dios Mercurio; la realizó el escultor Antonio Campillo allá por los setenta y había estado oculta en las dependencias de esa entidad anacrónica y franquista que subvencionamos. El Estado todavía se empeña en que los mismos de siempre sustentemos las Cámaras de Comercio. Infinidad de empresarios se han declarado en rebeldía con esta institución y los jueces han fallado siempre en contra de ellos. Pero quería escribir sobre el "pichicas". Tenemos esculturas que homenajean al huertano, el hachonero, al nazareno y ahora también tenemos al "pichicas". ¡Dios, dónde vamos a ir a parar! Los de las comunidades neocatecumenales que residen en la iglesia podían cometer un acto de caridad y sabotear la escultura. Muchos me llamarán ahora terrorista cultural, pero creo que quedaría mucho mejor con unos zaragüelles perennes. Y no sería por pudor, sino por pura vergüenza ajena y por "murcianizar" un tanto la cosa. Está muy bien lo del renacimiento, el canon y todo eso, pero en Murcia, salzillesca y barroca por excelencia, se podía haber permitido la licencia de representarlo con unos atributos mas típicos de esta zona de Hispania. Dijo el autor que la figura de Mercurio fue creada en 1966 a partir de la estatuilla de un dios romano encontrada en unas excavaciones en Almendricos, en el campo de Lorca. Y me parece bien. Lo único es que pinta lo mismo que la institución que tiene a su espalda, es decir, nada.

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