En defensa de Puerto Mayor
Publicado en Vegamediapress
Manolo Marín / Mucho se está hablando sobre el polémico proyecto urbanístico de Puerto Mayor. Debo de ser un poco suicida, ya que debo ser de los pocos que se manifestaría pacíficamente enfrente de ecologistas y de seguidores del mas rancio socialismo para reclamar un puerto deportivo decente para la Región de Murcia, aunque intuyo que no aguantaría de pie mas de un suspiro. Hay unos que solo predican y otros que actúan.
El socialismo nos vende un supuesto amor por el medio ambiente, cuando son otros los que sin darse tantos golpes en el pecho se muestran mas eficaces a la hora de practicar un ecologismo realista que no destruye el bienestar del individuo. Me acuerdo cuando de pequeño me tenía que coger mas fuerte a la mano de mi madre cuando pasaba por el Puente de los Peligros, ya que la putrefacción hacía que se me doblaran las piernas. Era la época socialista, los mismos que se reían cuando el PP desde la alcaldía de Murcia se propusieron la regeneración del río cuando accedió al poder. ¿Desde cuando no se veían cañas de pescar a las orillas del Segura a su paso por Murcia y en el mes de Junio?
Pero a lo que iba que me pierdo. El proyecto de Puerto Mayor es una de la mas interesantes inversiones turísticas que se esta realizando ahora mismo en Murcia. Según un informe del Area de Estudios de la Fira de Barcelona: 'la existencia de un mayor parque náutico ha obligado a multiplicar la oferta de amarres en puertos y dársenas deportivas, hasta 315 puertos en otoño de 2004, 41 más que el año anterior'. Turespaña, sociedad estatal controlada por el ¿gobierno? Zapatero, ha decidido que el turismo náutico sea uno de sus objetivo prioritarios para este año 2005. Supongo que para esto se tendrá que construir diques, ganarle terreno al mar, cargarse unas cuantas poseidonias y joderles el paso a unos cuantos pececillos de colores. La Junta de Andalucía está estudiando mas de 60 actuaciones para incrementar de sus 12.097 puntos de atraque actuales a los 25.000 en 2016 y precisamente no está gobernada por los 'asesinos ecológicos del PP'. Podría seguir con Cataluña con mas de 30.000 puntos de amarre y con un circo, llamado Forum o algo así, que se montó en Barcelona ganándole terreno al mar o por el caso de Aguilas, para poner un ejemplo mas cercano, que proyecta otra 'barbaridad ecológica'.
La justicia ha paralizado las obras. Y yo no voy a poner en duda ahora a los jueces. La paralización ordenada por el TSJ afecta, según nos contaba José Clemente el pasado 22 de Junio en las páginas de La Razón, a las obras que se realizan en suelo de titularidad estatal no las restantes. Las lanzas de todas formas siguen en todo lo alto y el empresario, si no se cansa, tendrá que rentabilizar al máximo su proyecto y no por eso habrá que ponerlo en la diana, pues además de ganar un dinero de lo mas legítimo provocará un incremento del turismo de calidad y de riqueza en esta nuestra comunidad. Pero tendrá que hacerlo solo, pues en los políticos apoltronados en despachos con aire condicionado y que no paran de complicarle la vida al ministro Montilla no va a encontrar ayuda. Una ayuda que tan solo consistiría en no molestar.
Por eso me gustaría enarbolar la bandera en defensa de la libertad junto a Tomás Maestre en un momento en el que nadie lo apoya para derrotar ideológicamente a los ciudadanos sandías –verdes por fuera y rojos por dentro- y a los políticos mas interesados en desgastar que en buscar el desarrollo de sus ciudadanos.
El socialismo nos vende un supuesto amor por el medio ambiente, cuando son otros los que sin darse tantos golpes en el pecho se muestran mas eficaces a la hora de practicar un ecologismo realista que no destruye el bienestar del individuo. Me acuerdo cuando de pequeño me tenía que coger mas fuerte a la mano de mi madre cuando pasaba por el Puente de los Peligros, ya que la putrefacción hacía que se me doblaran las piernas. Era la época socialista, los mismos que se reían cuando el PP desde la alcaldía de Murcia se propusieron la regeneración del río cuando accedió al poder. ¿Desde cuando no se veían cañas de pescar a las orillas del Segura a su paso por Murcia y en el mes de Junio?
Pero a lo que iba que me pierdo. El proyecto de Puerto Mayor es una de la mas interesantes inversiones turísticas que se esta realizando ahora mismo en Murcia. Según un informe del Area de Estudios de la Fira de Barcelona: 'la existencia de un mayor parque náutico ha obligado a multiplicar la oferta de amarres en puertos y dársenas deportivas, hasta 315 puertos en otoño de 2004, 41 más que el año anterior'. Turespaña, sociedad estatal controlada por el ¿gobierno? Zapatero, ha decidido que el turismo náutico sea uno de sus objetivo prioritarios para este año 2005. Supongo que para esto se tendrá que construir diques, ganarle terreno al mar, cargarse unas cuantas poseidonias y joderles el paso a unos cuantos pececillos de colores. La Junta de Andalucía está estudiando mas de 60 actuaciones para incrementar de sus 12.097 puntos de atraque actuales a los 25.000 en 2016 y precisamente no está gobernada por los 'asesinos ecológicos del PP'. Podría seguir con Cataluña con mas de 30.000 puntos de amarre y con un circo, llamado Forum o algo así, que se montó en Barcelona ganándole terreno al mar o por el caso de Aguilas, para poner un ejemplo mas cercano, que proyecta otra 'barbaridad ecológica'.
La justicia ha paralizado las obras. Y yo no voy a poner en duda ahora a los jueces. La paralización ordenada por el TSJ afecta, según nos contaba José Clemente el pasado 22 de Junio en las páginas de La Razón, a las obras que se realizan en suelo de titularidad estatal no las restantes. Las lanzas de todas formas siguen en todo lo alto y el empresario, si no se cansa, tendrá que rentabilizar al máximo su proyecto y no por eso habrá que ponerlo en la diana, pues además de ganar un dinero de lo mas legítimo provocará un incremento del turismo de calidad y de riqueza en esta nuestra comunidad. Pero tendrá que hacerlo solo, pues en los políticos apoltronados en despachos con aire condicionado y que no paran de complicarle la vida al ministro Montilla no va a encontrar ayuda. Una ayuda que tan solo consistiría en no molestar.
Por eso me gustaría enarbolar la bandera en defensa de la libertad junto a Tomás Maestre en un momento en el que nadie lo apoya para derrotar ideológicamente a los ciudadanos sandías –verdes por fuera y rojos por dentro- y a los políticos mas interesados en desgastar que en buscar el desarrollo de sus ciudadanos.
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