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''Políticos sectarios y capullos''

Hoy vuelve a escribir Juan Guillamón en las páginas del diario La Verdad. Su artículo: ''Saulo: ¿Por qué me persigues?'' es para no perderselo.

''Siento decirlo, de verdad, porque la ministra Narbona posee una calidad excepcional como política, pero lo cierto es que carece de la más mínima vergüenza, al menos en la exposición de sus datos, cuando explica las características de su nueva política en materia de aguas. Se autocalifica con recurrencia como la ministra que siempre toma decisiones prudentes. No tiene empacho en decir que en América (todos suponemos que se refiere a California) la desalinización está plenamente desarrollada. Y eso es mentira: ¿lo sabe ella o le conviene ignorarlo? El porcentaje de agua incorporada para el uso público en el estado californiano procedente de la desalinización es prácticamente despreciable, y en lo que respecta a los costes mantiene (la ministra) una postura verdaderamente original, muy alejada de la realidad conocida por todos aquellos que hayan tenido interés en conocerla. Créame el lector, porque los datos que a continuación expongo son absolutamente fiables: en California se han dado un plazo de seis años para la implantación de las desalinizadoras, a partir de 2005, reconociendo que el coste no bajará de 0,65-0,70e/m3, lo que requerirá unas subvenciones cercanas a 0,18 e/m3. En San Francisco, se ha proyectado una planta desalinizadora de agua de mar con capacidad para 35 hectómetros cúbicos/año con un coste unitario del agua desalada de 0,85 e/m3. En España, los ingenieros expertos en Desalinización consideran que llegar a un coste de 0,50e/m3 ya sería todo un éxito. Tenemos, por demás, los habitantes de la Cuenca del Segura la oportunidad de comprobar el rendimiento de las desalinizadoras de Alicante, San Pedro y Carboneras. Y, señora Narbona, las membranas habrán de cambiarse cada 5 años (el asunto del abastecimiento es cosa muy seria y merecedor de gran garantía). De nada vale el peregrinaje del señor Baltanás, con su recado de escribir compuesto de tiza y pizarra, ejerciendo el sagrado apostolado de la Nueva Cultura del Agua y proclamando precios increíbles para la santa desalinización, al modo de un Saulo de Tarso, caído del caballo poco después de 1995, deslumbrado por los conservacionistas más aguerridos y combativos, y haciendo caso omiso del genial Borrell: ''Baltanás, Baltanás, ¿por qué nos persigues?''. El cambio de opinión de este señor es de lo más impresionante que bajo el punto de vista técnico hemos tenido ocasión de observar en esta España democrática, suya pero también nuestra.

Procede, ¿qué lástima!, ponernos todos a trabajar en esta materia tan novedosa como es la Desalinización; no queda otro remedio pues nuestra normativa democrática a esto nos obliga, pero decir que esta curiosa alternativa es más barata, menos agresiva frente a la Naturaleza y de carácter más cohesivo, es algo inaceptable. Se ha de hacer porque se tiene que hacer y ésta es la única razón. Ahora bien, a la hora de la verdad ni una puñetera subvención para nadie (me refiero a los regadíos improductivos y subvencionados). A ver, entonces, quien quiere el agua (que lo escriba por carta Baltanás tanto a los Tripartitenses como a los Zapaterienses en general). Maldita sea la hora en que la política entró a saco en las cosas del agua para que esta fracción cada vez menos destilada de la sociedad (los políticos sectarios y capullos) pueda alcanzar sus espurios objetivos de ganar votos bajo la excusa, torcida y perversa, de transformar el país.

Que Dios los confunda a todos (y a mí me perdone, pecador pertinaz y tocapelotas).''

Juan Guillamón es decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos

1 comentario

Smith -

Mi máxima solidaridad para con Murcia. Pronto pasarán los tiempos de la Narbona, de Rodríguez Majadero y del Zapatuto. Pronto.