Soñando con Miquel Barceló
Me he despertado de la siesta entre una mezcla de risa y estupor. Había soñado que Miquel Barceló, el artista de los 20 millones de euros, nunca había apoyado la campaña de la ceja, nunca había prestado su imagen de titiritero para apoyar a ZP y era un ser independiente. El encargo para la cúpula de la ONU no había sido decretado por un gobierno socialista; es más, Miquel Barceló, el artista de los 20 millones de euros, era un liberal-conservador reconocido junto a Norma Duval, Pepe Sancho o Emilio Butragueño. El encargo de tan magna y colorida obra -que como se puede apreciar en la foto, es magna y está llena de color-, lo habían decidido con la piernas encima de la mesa Aznar y Bush mientras se fumaban un cubano así de largo. Por eso, las reacciones no se hicieron esperar y tanto en Público como en El País estuvieron durante toda una semana con la noticia en portada; Buenafuente llevaba tres semana dando la brasa en La Secta y todos sus monólogos contenían gracietas sobre el artista y su familia; justo con el inicio del prime-time en Cuatro (si es que lo tienen) aparecía la imagen de Barceló en una diana donde humoristas de la talla de Quequé o Iñaki Gabilondo disparaban sus inteligentes comentarios; programas televisivos que pasarán a la historia como ’Está pasando’, ’Sé lo que hicisteis’, ’La Noria’, etc..., abrían con Miquel Barceló, el artista de los 20 millones de euros, y su cúpula auspiciada por los neocon; los informativos de CNN+ habían insertado su cara en un noticia de una detención de terroristas etarras, a los que tuvieron que pedir disculpas inmediatamente; hasta incluso en ’Dónde estás corazón’ habían invitado a su primera mujer o su primer lo que sea (algo que no tengo muy claro, porque aparecía muy difuminado; era un sueño, recuerdo), para que hablara sobre su relación hace no se cuántos años. En fin, todo un escándalo que había llegado en menos de una semana hasta los recreos de los institutos de la LOGSE, hasta incluso en Cataluña, donde la noticia era comentada en catalán, eso sí.
Me he despertado justo cuando miles de manifestantes de no se cuántas ONGs daban alaridos a las puertas del Ministerio de Exteriores por haber extraído tan importante cantidad de los presupuestos de ayuda al Tercer Mundo. Una pena porque no he podido llegar hasta el final del sueño... Al volver a la realidad compruebo que la noticia no aparece, transcurridos un par de días, ni en las portadas de los periódicos considerados de derechas. El PP se limitará dentro de dos o tres semanas, si es que hay suerte, a un par de preguntas en el Congreso a Moratinos, pero como habrá veinte o veinticinco diputados en el hemiciclo y habrá pasado ya tanto tiempo, no aparecerá en el informativo de Matías Prats, por lo que definitavmente todo quedará difuminado.
Miquel Barceló, el artista de los 20 millones de euros, lo disfrutará en paz con ZP y Moratinos. No faltará su dedo encima del ojo en las próximas elecciones. Se lo puedo asegurar.
3 comentarios
Marinto -
pepe v -
Para esto he tenido que desempolvar mis viejos textos, los mismos que en mis tiempos de estudiante, me enseñaron a entenderlos de acuerdo a la época, pues los diferentes movimientos y expresiones artísticas han ido y van en una constante evolución.
No hace falta alargarse en el tema ya que ríos de tinta ha recorrido sobre estos temas, y además que entre gustos y colores no discuten los doctores, pero cabe destacar que este mural recién inaugurado en el tumbado del edificio de las Naciones Unidas, debe ser la obra por antonomasia de esta época ya que en una sociedad mercantilista el éxito de algo va estrechamente relacionado con su valor económico.
Entonces si tomamos como referencia a este mural, como la cúspide de lo que por arte pictórico se entiende en la actualidad, podemos concluir que en los últimos cien años no ha existido evolución pictórica, pues sin anotar nombres pero cualquiera de los maestros del abstracto de inicios del siglo pasado, lo habrían hecho igual, o de mejor manera ya que en esa época algo así, si era vanguardista.
lamentablemente para el desarrollo del arte contemporáneo, quienes manejan este negocio son los mismos que deciden quienes son los artistas. Sin quitar los méritos a nadie, pero de esta manera el marketíng hace de un ser normal un genio de la época, con la consecuencia que se coarta la propuesta vanguardista del verdadero genio porque no se lo entiende y por ende no se vende y lo que no se vende, no es "arte" en la decadente actualidad.
dayer -
Que suerte tienen todos estos canallas de vivir en España, ¡pijo!